Ale Arreola/ junio 25, 2014/ Marketing Digital/ 0 comentarios

SEl Community Manager tiene la capacidad de dar estructura y compartir la comunicación de la empresa en los medios digitales, los más dinámicos y a veces peligrosamente accesibles que existen hoy en día.

¿Qué sucede cuando esta persona a quien se le asigna tal poder decide hacer un uso anti ético de sus habilidades? La recuperación de cuentas se vuelve una labor titánica y se da una crisis delicada.

La confianza de la persona con acceso a los perfiles oficiales en redes sociales debe ganarse. Muchas empresas aún asignan esta responsabilidad a practicantes, prestadores de servicio y en muchos casos a familiares jóvenes sin experiencia laboral.

El Community Manager, en unos cuantos clicks, puede llegar a dañar sustancialmente la reputación de un negocio. La mejor medida preventiva es que el dueño del negocio siempre tenga acceso a la cuenta de e-mail y a todos los perfiles en redes sociales ligados y sus contraseñas.

Algunas recomendaciones básicas son:

  • Integrar a tus procesos un documento de Control de Accesos, que especifique quién puede manipular los perfiles en redes sociales y hasta qué nivel.
  • Redactar un Protocolo de revocación de accesos.
  • Comprobar y cambiar contraseñas periódicamente.
  • Contar con un contrato y acuerdos de confidencialidad para la protección del negocio
  • Conocer y tener certeza del profesionalismo de la o las personas detrás de las redes sociales de la empresa.

Hay que tener en cuenta que confianza no necesariamente significa eficiencia.

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